Sólo el 14% de los vehículos nuevos vendidos tenían una caja de cambios automática. Una cifra que se ha duplicado en 10 años, fruto del importante desarrollo tecnológico. Nuestro consejo para una visión más clara.
Es cierto que estamos muy lejos de los americanos o los japoneses que apuestan por las cajas de cambio automáticas. Pero desde hace unos diez años, en Francia se conduce cada vez menos con cajas de cambio manuales. Hay que decir que los fabricantes han puesto el acento en este tipo de transmisión. Esto es especialmente cierto en el caso de pesos pesados como Renault con su caja de cambios EDC y Volkswagen con su DSG. Este éxito se explica por el progreso tecnológico. Una transmisión más reactiva, robotizada, de doble embrague y continuamente variable, con levas en el volante… ¡y con hasta 9 marchas en Mercedes o Land Rover! Los fabricantes deportivos (y de lujo) son los precursores y tienden a generalizar los cambios automáticos. Es el caso de Lamborghini y Ferrari, mientras que Porsche ha convertido su transmisión PDK en un éxito.
Con una caja de cambios automática, el vehículo gestiona cada cambio de marcha en función de la aceleración, lo que resulta muy práctico para los habitantes de la ciudad acostumbrados a los atascos. Además, la ausencia de embrague elimina la posibilidad de una avería. Además, en el mercado de segunda mano, los coches con transmisión automática están más solicitados.
Sin embargo, una caja de cambios automática implica un mayor precio de compra cuando es nueva (y también cuando es usada), señala el concesionario de coches segunda mano Málaga Crestanevada. Al requerir un mantenimiento específico, la caja de cambios automática también puede generar un consumo extra (según el modelo) pero también carece de dinamismo. Sin duda, se trata de defectos que están desapareciendo.
¿Una caja de cambios mecánica para el placer?
En una época de combustibles caros y de cajas de cambio automáticas cada vez más fiables y con mayor capacidad de respuesta, ¿las cajas de cambio mecánicas ya no tienen nada que ofrecer? Diversión, por supuesto. Con un control absoluto de su conducción y sus sensaciones. Porque los coches deben seguir siendo un placer. No hay necesidad de que la electrónica dicte su conducción. Es usted quien formula su modo de conducción Eco, Normal o Sport.
Sin embargo, en el mercado de segunda mano, la caja de cambios mecánica no será un elemento relevante debido a la gran proporción de coches en la carretera. Pero con el progreso de la caja de cambios automática, ¡quizás lo sea dentro de unos años!